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“El vivir la vida al máximo, porque solo hay una”, es un pensamiento muy profundo que tengo grabado en mi mente y en mi alma. Potenciar al máximo mis capacidades y las de los demás para aportar lo mejor de nosotros, a nuestro mundo. En mi camino humanista… descubrí el mundo de la musicoterapia y risoterapia. Llegó justo en un momento de mi vida, cuando más lo necesitaba. A nivel personal, puedo asegurar que es un “antes y un después”… y ¡qué sensación de “gozo, libertad y sanación interior”! se experimenta después de vivirlo y volverlo a vivir. A Dios doy gracias, porque la música y risa han tocado mi alma profundamente y es por esto que hoy quiero compartirlo. ¡España tan agradecida estoy contigo, con tu gente! Has sido el lugar más importante de mi formación profesional y transformación interior, que ha dado una trascendencia a mi vida. Hoy doy gracias a cada una de las instituciones que me abrieron las puertas para seguir creciendo y aplicar lo aprendido: organizaciones y centros en Madrid y Barcelona. Doy gracias a cada uno de mis formadores que tanto admiro, por la semilla que han dejado en mí, como estoy segura lo han dejado en mis compañeros y actualmente colegas. Gracias a mi familia, por tanto apoyo, amor y cariño.  Cecilia Elizondo L. |
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